sábado, 3 de enero de 2009

La conquista de la libertad


He visto un reportaje sobre Labordeta.

José Antonio Labordeta es un personaje polifacético, oriundo de Zaragoza. No sé cómo definirlo porque es poeta, cantautor, personaje comprometido con las causas de los más débiles, amante de su tierra... y, durante dos legislaturas, fue parlamentario por la Chunta Aragonesista en el Congreso de los Diputados. Y en ese periodo una voz discordante y una llamada a la cordura y a la sensatez de las necesidades del pueblo más llano, que chocaba constantemente con la altivez de la mayoría de sus "señorías".

Conocí personalmente a Labordeta en mi etapa de estudiante. Allá por el año 77 ó 78 acudí a un concierto que se daba en un campo e fútbol de un barrio periférico de Zaragoza. Actuaban Imanol, un cantautor vasco, y Labordeta. Yo fui por Imanol... pero descubrí a Labordeta.

Fue mi etapa de estudiante universitario, en Zaragoza, fuera de mi hogar paterno y, por tanto, fuente de un conocimiento y de una libertad que no hubiera tenido de haber estudiado o trabajajado en mi ciudad de origen, mucho más recoleta, endogámica y cristiano-católica.

Conocía a Imanol, un cantautor vasco, cercano a la gente y que aquella tarde-noche compartió su tiempo y su sabiduría con los que nos quisimos acercar hasta él, y que bastantes años después de cantar, y luchar, por la libertad y por los derechos del pueblo vasco, tiempos en los que había que correr delante de los "grises", fue amenazado por eta (sí, así, en minúsculas) y forzado a irse fuera de su tierra para poder vivir con paz y tranquilidad.

En aquella época había oído hablar de la Labordeta a mis compañeros de universidad y de piso, pero no le había prestado la atención que se merecía. Pero en aquel concierto lo descubrí.

Descubrí su fuerza, el ímpetu de su mensaje, la determinación y solidez de su trayectoria, su compromiso con las clases populares y con el sector más necesitado y olvidado de su gente, su integridad...

Hoy, con el reportaje que he visto, me he emocionado y he recordado el final de aquel concierto, con Imanol y Labordeta acabándolo cantando a dúo en el escenario, tan solo unas tablas junto a una de las porterías, y a cientos, contando con el público, la canción de guerra de aquella época:

Habrá un día en que todos
al levantar la vista,
veremos una tierra
que ponga libertad.

Va por ti, Labordeta, y por la simiente que sembraste en toda una generación comprometida con la lucha, la reivindicación de la verdad y con la conquista de la libertad.

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